La normativa contempla un conjunto de acciones que tienen
que ser destinadas a estimular en la población hábitos alimentarios que
permitan decidir sobre una nutrición saludable desde la producción, elección,
preparación y consumo de los alimentos. También tiene como objetivo desalentar
aquellas prácticas alimentarias que constituyan un riesgo para la salud.
Además, se busca ofrecer en los puntos de venta y expendio de las escuelas alimentos y bebidas seguros, de buena calidad y nutricionalmente alineados con criterios de alimentación saludable, como así también de alimentos y bebidas aptos para el consumo por parte de personas vegetarianas, veganas, con celiaquía y diabetes.