Cuatro jóvenes de Totoras vivieron un momento de terror a
manos de policías. Los muchachos fueron golpeados, amenazados y torturados
luego de ser interceptados cuando se tomaban fotos en los techos de las
instalaciones de una empresa abandonada.
Los jóvenes relataron que el último miércoles se tomaban
"selfies" en el lugar cuando un vecino denunció a la comisaría 3° que
había movimiento en la vieja fábrica de la ex Cooperativa de Tamberos de la
Zona de Rosario (Cotar). Los jóvenes advirtieron la llegada de dos policías y
huyeron hacia un cañaveral.
Según el relato de Julián, Brian, Lisandro y Brisa, los
efectivos realizaron disparos al aire para intimidarlos e incluso "nos
dispararon", dijo uno de ellos. "Nos obligaron a salir a la calle,
nos hicieron acostar en el suelo y empezaron a golpearnos. Nos exigían que les
entreguemos la droga. Pensaron que estábamos ahí para drogarnos, pero sólo nos
sacábamos fotos".
Los chicos explicaron a los agentes que sólo se sacaban
fotos e incluso ofrecieron sus celulares para corroborarlo, algo que no
conformó a los policías que insistieron con que ocultaban droga o estaba
robando.
"A los tres varones nos hicieron arrodillar. Nos
pidieron que saquemos las cosas de los bolsillos, teníamos celulares y llaves,
y luego nos patearon en la espalda para que nos acostemos boca abajo. Nos
pidieron que no los miráramos", relataron. A la mujer del grupo le
apuntaron con un arma en la nuca. "Me quedé quieta, con la cabeza hacia
abajo y sólo puede ver que a Julián le pegaban patadas y le pisaban la
nuca", sostuvo la joven.
Otro de los jóvenes explicó que uno de los policías le pedía
que lo mirara a los ojos y "cuando lo intentaba me pegaba en la cara.
Después me pedía que lo mirara otra vez y volvía a pegarme".
Los policías obligaron a uno de ellos a tirarse a una zanja
con barro podrido para buscar lo que supuestamente habían arrojado allí.
"No habíamos tirado nada. Pero ellos insistían, pedían que sigamos
buscando".
"Luego nos hicieron hacer flexiones de brazos. Mientras
uno buscaba, los demás teníamos que hacer esos ejercicios y nos seguían
gritando y pegando. También nos pedían que nos pongamos de pie y luego que nos
tiremos cuerpo a tierra".
Uno de los jóvenes reveló que "uno le pedía al otro:
"Dejame llevarlos hasta el arroyo uno por uno, para matarlos. Los quiero
matar de a uno". También relataron que en esas súplicas, el policía les
apoyó una pistola en la cabeza y luego le repitió: "Si no querés, no te
los pido a los cuatro, pero dejame llevar aunque sea a uno".
Luego de ese episodio, subieron a los menores a la camioneta
oficial y los trasladaron a la comisaría. Allí, "cambiaron el carácter
porque nos habían amenazado para que no contemos nada". Y otro de los chicos
acotó: "Eso pasaba cuando llegaba alguno de los padres. Cuando se retiraba
nos gritaban otra vez".
Otro hecho grave involucró a uno de los chicos, oriundo de
Las Rosas, cuando un agente lo sometió a una tortura llamada "submarino
seco". El chico relató: "Me puso en la bolsa en la cabeza hasta que
no aguanté más y casi me caigo al piso. Me soltó y me preguntó quién traía
droga desde Las Rosas a Totoras. Después repitió varias veces el intento de
ahogarme".
Fuente: Diario La Capital