Los Buzones de la vida instalados en la ciudad son métodos
que utiliza la ciudadanía para denunciar. Son herramientas que de manera
anónima un vecino puede emplear para notificar a las autoridades sobre hechos
delictivos e incluso sobre amenazas o sometimientos que pueda padecer en
primera persona esa persona.
Fueron aprobados por el Concejo el año pasado tomando el
ejemplo de otras localidades donde se utilizó.
Es decir, se usan, cuando en caso de miedo a ir a la policía
para decir que algún hecho está acaeciendo, la gente prefiere ir y colocar una
nota en este tipo de buzones.
El buzón en sí no es mala idea, pero está hecho para que sea
anónimo, PARA QUE LA GENTE NO TENGA MIEDO CUANDO DE DENUNCIAR SE TRATA.
Hoy el sistema de seguridad en Argentina perdió confianza y
transparencia. No es novedad. Por eso surgen este tipo de sistemas como los
buzones. Pero estos buzones son FUNDAMENTALEMENTE ANONIMOS, y con una cámara
que los tome en primer plano, todo el anonimato se hecha por la borda.
Buzón espiado?
Insólitamente, este buzón de la vida pierde totalmente en
anonimato ya que hay una cámara de seguridad instalada en el Centro Cívico que
apunta directamente al buzón.
La cámara, obviamente estaba instalada antes que se colocara
el buzón. No está en cuestión la posición de la cámara, sino el lugar en el que
se colocó el artefacto denunciador.
Seguramente el Honorable Concejo deberá rever el lugar donde
se coloque el buzón. En ese lugar, rodeado de oficinas y cientos de personas a
diario que transcurren por el Centro Cívico, hacen que de anónimo el buzón no
tenga nada. Y menos con una cámara a 7 metros, que apunta directamente al
mismo.
Se buscan estas medidas porque no hay confianza en las que deberían darlas. Pero con estas desprolijidades, tampoco habrá confianza en los buzones.
Fuente: El Trébol Digital